Baldosas de cerámica y gres porcelánico: ¿cuáles son las diferencias?

Una pregunta habitual es la diferencia entre baldosas cerámicas y baldosas de gres porcelánico. Ambos se clasifican como baldosas cerámicas, pero lo que diferencia a un producto del otro son los requisitos técnicos, especialmente la porosidad.

Ambos productos pueden fabricarse a partir de una o varias arcillas e incorporar otros minerales, pero el gres porcelánico puede incorporar materias primas más nobles. 

La principal diferencia entre estos productos se produce durante el proceso de fabricación, especialmente en la compactación de la materia prima (prensado) y la cocción. Las baldosas cerámicas tradicionales se cuecen a temperaturas de hasta 1150ºC y las baldosas de gres porcelánico superan los 1200ºC durante el proceso de cocción. 

Desde el punto de vista estético, las baldosas cerámicas tradicionales suelen recibir una capa de esmalte y una decoración gráfica que les confiere diversas texturas. En cambio, las baldosas de porcelana, además de los productos con esta decoración superficial, que se clasifican como esmaltados, también tienen el tipo no esmaltado, en el que toda la masa de la baldosa puede ser de color, muy parecido al mármol y al granito. 

Gracias a este proceso, las baldosas de gres porcelánico presentan características como una menor absorción de agua y una mayor resistencia mecánica, lo que las hace ideales para zonas de mucho tránsito, encimeras y mobiliario.

Lo más importante es identificar el producto más adecuado para el tipo y el lugar de uso. Por eso es aconsejable comprobar las instrucciones del fabricante y si los productos cumplen programas de calidad que garanticen que cumplen las normas vigentes.

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